Nuestra historia

NACE UNA MUTUAL DE EX PRESOS POLÍTICOS DE LA DICTADURA

1998

Militantes de «Sentimiento»

(Por Luis Bruschtein/ Página 12) “Nosotros hemos sido militantes de las organizaciones armadas y cada quien ha hecho su autocrítica, pero reivindicamos nuestra historia y nuestra identidad como militantes, por eso organizamos la mutual”, afirma Graciela Draguicevich, tesorera de la Mutual “Sentimiento”, conformada por ex presos políticos y exiliados de la dictadura. En 1999, el gobierno nacional cedió a la mutual el primero, segundo y tercer piso del edificio que pertenecía a Ferrocarriles del Estado, junto a la estación de Chacarita, que había permanecido desocupado durante seis años. Después de un año y medio de trabajo para reacondicionar el edificio, han recibido cartas documento con amenazas de desalojo por parte del Onabe (Organización Nacional de Administración de Bienes del Estado) a raíz de denuncias presentadas por la delegación Urquiza de la Policía Federal, que funciona en la planta baja del mismo edificio.

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“Para no extrañar, seguimos compartiendo el espacio con la policía”, bromea el ex preso Héctor “Mojarrita” Ruiz, también ex boxeador y presidente de “Sentimiento”. Los tres pisos donde funciona la mutual son muy amplios y van quedando impecables. Los ex presos no recibieron ningún tipo de subvención para realizar el arreglo que podría valuarse en casi 200 mil pesos. Formaron una cooperativa y consiguieron del Ministerio de Trabajo doce planes Trabajar. Con eso y lo que ellos definen como “trabajo voluntario” demoraron casi un año y medio en resanar las paredes, puertas y ventanas, pintar, reinstalar el gas, rehacer la instalación eléctrica, poner en condiciones las cañerías de agua, arreglar los pisos y terminar las obras. Hasta lograron hacer funcionar uno de los dos ascensores. El gobierno nacional cedió el predio sólo por cinco años. La otra ONG -dedicada a la lucha contra la drogadicción–, a la que fueron cedidos los dos pisos restantes, todavía no se mudó porque debía invertir 160 mil pesos en arreglos y sólo por cinco años. “La mutual está integrada por ex presos y exiliados, pero la concebimos abierta a la comunidad –afirma Daniel Bas y Mansilla–, por ejemplo, el titular de la cooperativa de trabajo es un ex preso del ‘73, pero los demás integrantes son muchachos que no fueron presos ni exiliados; los talleres están abiertos a los chicos del barrio y los programas de salud, de los cuales ya comenzó a funcionar uno con un gabinete psicológico a cargo de dos psicólogas, también están abiertos al barrio”.

Todos los sábados de 16 a 18 se dan talleres de teatro para niños y de 18 a 20 hay talleres de poesía, instrumentos musicales y tango para jóvenes y adultos. Más de doscientos chicos y chicas pasan por los talleres de teatro y varios de ellos conformaron el grupo Expresiones. Con restos de muebles rotos que habían quedado en el edificio abandonado, los muchachos construyeron el escenario que se encuentra en el primer piso. En el tercero organizaron una juegoteca junto con la Unión de Mujeres Argentinas (UMA) y el gobierno de la ciudad de Buenos Aires para los chicos del barrio, en especial para las familias que habitan en los vagones del playón junto a la estación. La Cruz Roja lleva todos los sábados 15 o 20 chicos de zonas pobres a los cursos y la juegoteca. Todas las actividades para chicos son gratuitas y en las de adultos se cobra un bono de cooperación. “Los desaparecidos también fueron presos políticos de la dictadura, aunque en el caso de ellos fueron presos ilegales –dice Miguel Angel Mori, que se encarga desde Rosario de los proyectos de publicación–;el concepto de preso político es más abarcador que el de desaparecidos, porque tiene una identidad, la mayoría de ellos fueron nuestros compañeros, militantes como nosotros, no fueron solamente víctimas de la dictadura; ellos también luchaban por la transformación de esta sociedad”.

Mori insiste en que, por su conformación, la mutual está involucrada en la problemática de la memoria histórica y los derechos humanos. El primer proyecto de publicación es un libro de cuentos y poesías escritas por los presos para sus hijos desde la cárcel y el exilio. “Casi no podíamos tener contacto con nuestros hijos –agrega– y estos cuentos tienen todo el afecto y la ternura que no les podíamos expresar físicamente y además allí tratábamos de explicarles por qué estábamos presos”. Este libro está terminado, pero no consiguen el dinero para financiar la publicación. Otros dos proyectos son historias de los que estuvieron presos en la cárcel de Coronda, en Santa Fe, y otra de los que estuvieron en Caseros, la cárcel que está a punto de ser implosionada.

“En 25 años pasamos de la ilegalidad a la legalidad absoluta”, bromean, al señalar que participan junto con otras ONG del barrio en los Centros de Gestión y Participación en actividades conjuntas, como fue el acto por el 24 de marzo. Han conseguido una ayuda del Inaes para desarrollar el gabinete informático y tres subsidios de tres mil pesos de los diputados Ramón Torres Molina y América González. “Tenemos ocho proyectos de microemprendimientos aprobados en el Ministerio de Trabajo –explica Draguisevich–, son todos autogestivos porque no tenemos financiamiento”. En el segundo piso, junto al escenario construido por los muchachos, funciona un buffet. Todo fue donado por un ex preso que tuvo negocio y se fundió.

Entre los ocho proyectos viables, pero sin fondos, está una escuela de formación para la pequeña producción y el empleo; otro es un censo sobre los ex detenidos que hay en Argentina. También hay una convocatoria para inventores y por lo pronto tienen tres inventos para desarrollar, que fueron patentados por ex presos. Uno de ellos es un motor ecológico que ganó un tercer premio en la feria de inventos de Ginebra. Y han puesto en marcha otra cooperativa que hace los carnets y las fotos de la mutual y que también trabaja para afuera.

“Nos costó 25 años digerir esta historia, sufrir las consecuencias de la teoría de los dos demonios que nos igualaba con los genocidas, reunirnos y empezar con estas cosas –subraya Mojarra Ruiz–. Primero nos reunimos en SOL (Solidarios ante la Opresión y por la Libertad), pensábamos que no vendrían más de cien compañeros y fueron más de 600. Ahora tenemos filiales en el interior y en Alemania, Francia y España”. Los tres puntos alrededor de los cuales se conformó SOL eran “la recuperación de la memoria histórica; el cese de la impunidad de los represores y la construcción de una red solidaria”. En respuesta a esta última cuestión, crearon la mutual.

Durante seis años el lugar estuvo abandonado, pero resulta evidente el valor comercial y su ubicación estratégica. En el edificio vecino se instaló un shopping y además, el año pasado la mutual se enteró de que Gendarmería Nacional había solicitado formalmente el edificio. Apenas los ex presos se instalaron, comenzaron los problemas con la Policía Federal que no se quejó ante ellos sino que elevó una denuncia a la Onabe que, a su vez, les mandó dos cartas documento con la amenaza de anular el convenio de cesión de uso.

Las cartas de la Onabe sensibilizaron a la mutual “Sentimiento”, que inmediatamente recibió el respaldo de todos los organismos con los cuales vienen trabajando, desde los CGyP de la zona, hasta la Cruz Roja, el Ministerio de Trabajo, Promoción Social, Emergencia Ocupacional y el Consejo de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes, del gobierno de la ciudad, el Inaes, cooperativas de vivienda y de servicios de la construcción, más agrupaciones universitarias, la Juventud de la CTA, la UMA y organizaciones sociales del barrio enviaron representantes para expresarles su respaldo. “Nuestro trabajo está relacionado con la memoria y los derechos humanos, pero no somos un organismo de derechos humanos, damos testimonio de nuestra historia, pero estuvimos presos porque éramos militantes y eso es más abarcador como definición”, insiste Bas y Mansilla. Los ex presos están enojados, dicen que la Onabe no tiene “Sentimiento”.

NACE "EL GALPÓN"

2005

Primer Centro Comunal de Abastecimiento Agroecológico

El Centro comunal de Abastecimiento, popularmente nombrado como “El Galpón”, nació el 10 noviembre de 2005 rodeado de unas 100 familias productoras, inaugurando así el primer espacio de venta de productos orgánicos directamente del productor al consumidor. Allí, en Federico Lacroze 4181, junto a la estación Chacarita, diversas familias y organizaciones de microemprendedores comercializan verduras, hortalizas, frutas, carnes y lácteos que asombran por su calidad y cultivo agroecológico y orgánico, dirigido a un público acostumbrado a la oferta – tan distinta – de los grandes hipermercados. Asimismo, “El Galpón” generó un sitio de articulación y vinculación, entre organizaciones de productores y núcleos de consumidores en el que se privilegian los productos básicos sustentados en los conceptos de: consumo responsable y precio justo, en el marco de la Economía Social. A la vez, “El Galpón” es un territorio donde los bienes materiales están complementados por los bienes culturales propios de las identidades rurales y urbanas. Así, las historias y luchas de los participantes están presentes con sus manifestaciones artísticas y artesanales. “Nosotros funcionamos en plenarios que agrupan a consumidores y productores de distintos puntos del país donde acordamos pautas que benefician una mejor calidad de consumo impulsando un nuevo tipo de ética económica” expresa la titular de la Mutual, Graciela Draguicevich.

TODAS LAS FORMAS DE LUCHA

2009

Represión al desnudo

Más de un centenar de militantes de la Mutual Sentimiento marcharon en torno a la Pirámide de Mayo, varios lo hicieron desnudes, en protesta ante del inminente desalojo del edificio de Lacroze 4181, en noviembre de 2009. “Para que nos dejen en bolas”, rezaba una de las banderas. La respuesta policial no se hizo esperar: gases, palos, patadas de borceguí y 40 detenidos. Por su parte, las diputadas Victoria Donda y Cecilia Merchán denunciaron que fueron golpeadas cuando intentaron visitar a los prisioneros y responsabilizaron al gobierno nacional por el operativo. Para los compañeres, sin ropa o con ella, se trataba de defender una conquista que llevaba más de 10 años: El edificio de seis pisos en el que realizaban tareas políticas, sociales, recreativas y culturales inmersos en el pueblo que allí se reunía. “Vamos a seguir peleando por nuestros derechos, compañeros”, vociferó Graciela Dravicevich, presidenta de la mutual, cuando le cerraron la puerta de un móvil de la Federal en la cara. La lucha fue intensa pero victoriosa. A casi 10 años de aquellos episodios, la Mutual Sentimiento permanece en nuestras manos.

CULTURA

2010

«Crisis» en la Mutual

La Mutual Sentimiento alberga entre sus miembros, desde 2010, un tramo significativo de la historia cultural y política de nuestro país. La mítica revista dirigida por Eduardo Galeano, que había irrumpido en mayo de 1973, iniciaba su cuarta etapa en Lacroze 4181, con un colectivo editorial joven: «Entre el periodismo lúcido y la investigación militante, entre la literatura y la crítica teórica, atentos a los lenguajes que emergen de las grietas de los nuevos territorios urbanos, hay que descubrir una nueva dignidad para la palabra, ligada a la experimentación de formas contemporáneas de lo colectivo», se leía en su editorial titulado «Revuelta» que se inicia reconociendo los riesgos de reeditar una publicación de gran prestigio. «La suerte de esta publicación depende del interés que genere. De las resonancias que logre. Y de las voluntades que estén dispuestas a incursionar en su proyecto editorial. La revista tenderá a una apertura permanente. Su sentido no deberá restringirse al que podemos otorgarle sus hacedores más directos. Sin ese sustrato de cooperación intelectual el poder de fuego de la iniciativa sería inocuo, aun cuando tuviera garantizada su financiación», anunciaban en ese primer número. La buena noticia es que, con algunos parates en el medio, esta nueva etapa va por el octavo año. Y surgen entonces una pregunta de cara al futuro: ¿cambiarán las condiciones de producción y consumo de los medios actuales para que alguna vez una revista cultural y política llegue a tener una tirada de decenas de miles de ejemplares y un impacto social tan profundo que trascienda sus páginas? Lo único es único solo una vez, pero seguramente, con otras herramientas y en otros formatos, mientras sigan habiendo tiempos de crisis, la cultura argentina dará respuestas concretas que no se circunscribirán solamente al plano cultural.

EDUCACIÓN INCLUSIVA

2011

Bachillerato Trans Mocha Celis

El Bachillerato Trans “Mocha Celis” es un espacio socio-educativo crítico de las desigualdades de género que fue pensado en su gesta, aunque nunca de forma excluyente, a personas Trans (travestis, transexuales, transgéneros, intersex) mayores de 16 años. Funciona hace 7 años en el barrio de Chacharita en el edificio gestionado por la Mutual Sentimiento. Se trata de la primera Escuela Pública de dichas características en el mundo, reconocida por el Ministerio de Educación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. “La Mocha” es un espacio en donde lo tangible de la diversidad se refleja en la la riqueza de la integración de más de 100 estudiantes de distintas construcciones identitarias, distintas orientaciones sexuales, provenientes de distintos estratos sociales y culturales.La existencia del Bachillerato Trans Mocha Celis significa la posibilidad concreta de finalizar los estudios primarios y secundarios, como también así la consolidación de un perfil ocupacional en pos de generar herramientas sólidas para una inserción al mercado de trabajo.

Se llama Mocha Celis en homenaje a una travesti tucumana asesinada en los 90, presuntamente por la policía, en una situación aún no esclarecida. Sus compañeras advirtieron que Mocha no sabía leer ni escribir porque siempre pedía que le leyeran las comunicaciones policiales o que completaran sus datos cuando la llevaban detenida bajo los edictos policiales vigentes en esa década… Mocha murió sin poder ingresar a ninguna Escuela.

EDUCACIÓN Y DERECHOS HUMANOS

2011

Bachillerato Popular de Jóvenes y Adultos Osvaldo Bayer

El Bachillerato Popular de Jóvenes y Adultos Osvaldo Bayer, que actualmente funciona en el edificio de la Mutual Sentimiento fue creado en el año 2011. En el marco de la crisis económica, política y social que eclosionó en 2001 fueron emergiendo diversas experiencias tendientes a reconstruir el tejido social y generar modalidades alternativas de participación política, tales como las asambleas barriales y las fábricas recuperadas. En ese contexto surgen los bachilleratospopulares, como respuesta a una crisis que se reprodujo de igual modo en el sistema educativo.También en esa etapa, los trabajadores de las fábricas recuperadas y los movimientos piqueteros, promueven, hacia el interior de sus organizaciones, formas de educación contrahegemónica, orientada a pensar y construir una realidad diferente. De la unión entre estos trabajadores y equipos de investigadores y educadores populares – estos últimos formados mayoritariamente en las aulas universitarias- emergen las primeras experiencias de los bachilleratos de educación popular. Así, desde su génesis, el BPJAOB se encuentra atravesados por las tensiones intrínsecas a cualquier práctica que se proponga una transformación radical del mundo social.


Historiador, periodista, escritor, pensador, novelista, ensayista y cineasta, Osvaldo Bayer es uno de los escritores argentinos más reconocidos de nuestro país. Lleva toda una vida comprometido con los movimientos obreros y sus luchas por tener una vida digna, con los pueblos originarios de nuestro país, echados de sus tierras y masacrados por los gobernantes, y con todo tipo de minorías que no sean respetadas. Sus tomos de «Los Vengadores de la Patagonia Trágica» son documentos valiosísimos. En ellos testimonia la virulenta represión y matanza de obreros a manos del ejército durante las huelgas patagónicas de 1921. Su primer libro fue prohibido por el dictador Lastiri. «Lo cual, me da un poco de vergüenza, si hubiese sido prohibido por otro presidente de más categoría uno se pondría más contento», dice irónicamente. El segundo libro lo prohibió Isabel Perón y ya con la publicación del tercer volumen de «Los Vengadores de la Patagonia Trágica», llamado «Humillados y ofendidos» (1974) y el estreno de la película «La Patagonia Rebelde», llevada al cine por el director Héctor Olivera, Bayer apareció en las listas de la Triple A, viéndose obligado a dejar el país. En 1976 la embajada alemana lo ayuda a salir del país, como refugiado.

Su amor por la libertad, por su patria, por sus amigos y compañeros perseguidos por la dictadura militar hicieron que él ingresara varias veces al país de forma clandestina. En 1983, con el retorno de la democracia, regresó al país. Pero sus hijos ya habían estudiado y habían formado sus familias en Alemania, y su mujer, Así que él se pasa ocho meses en la Argentina y los meses restantes con su esposa, hijos y nietos.

Nacido en el año 1927 en la provincia de Santa Fe, estudió medicina y filosofía en la Universidad de Buenos Aires, y más tarde se fue a Alemania para estudiar Historia en la Universidad de Hamburgo. Ha trabajado en los medios más prestigiosos del periodismo escrito como Página 12, Clarín y Noticias Gráficas. «Severino Di Giovanni, el idealista de la violencia» , La Patagonia rebelde» (tomo I, II, III, IV), «Los anarquistas expropiadores y otros ensayos», «Exilio», un ensayo junto al poeta Juan Gelman, «Rebeldía y esperanza» son algunas de sus obras.

POR LOS DESPIDOS DE TÉLAM

2018

Reunión en nuestra casa

Por Selva Almada) La reunión es en la Mutual Sentimiento, un espacio recuperado a fines de los noventa. Estos sitios siempre me provocan emociones encontradas: por un lado la rabia y la tristeza de todo lo que se llevaron puesto los años noventa y de todo lo que se está llevando puesto el neoliberalismo, de nuevo, veinte años después. Por otro lado el orgullo de la barricada, sitios, edificios que resisten contra todo y conta todos, gente que los habita y los resignifica. El edificio de la mutual es helado. Dos viejos ascensores, muy espaciosos, nos llevan despacio al tercer piso. Tengo miedo de que se trabe y nos quedemos ahí, entre las paredes. Siempre me da miedo quedarme atrapada en un ascensor. Hay un cartel enorme que dice farmacia, que quedó ahí de las viejas épocas. Hay puertas cerradas, baños con carteles que dicen clausurado, hay pupitres… allí funciona el primer bachillerato trans de Argentina. El lugar donde nos reunimos es un aula. En la pared hay pegado un papel afiche con un cuadro que invita (habrá invitado pues ya está completo) a poner palabras sugeridas por colores. Por ejemplo: rojo y en ese casillero la palabra diablo. Por ejemplo: blanco y oso polar… me hacen sonreír esas asociaciones, son inocentes, como si las hiciera un chico muy chico. Comienza la reunión y hay una palabra que se impone. No sé en qué casillero la pondría si tuviera que ponerle un color. Es la palabra silencio. Es una palabra helada como la intemperie. Dejar en la calle a 354 periodistas es condenarnos al silencio. El periodismo no ganó nada. Los ciudadanos no ganamos nada con los despidos de Télam. Solamente perdemos libertad de expresión.

Asociación Mutual Sentimiento

Av. Federico Lacroze 4181

Buenos Aires, 2024